Aquí, con
mi vaso no desechable que ha estado conmigo en más ocasiones importantes que
quienes “me quieren” (honestamente y en este punto de mi vida, no sé quien me
quiere o quien solo intenta hacerlo), he tropezado tantas veces que ya no tengo sensibilidad en los dedos de los pies, no considero que sea algo bueno, pero al menos no siento dolor y eso es lo que importa.
No puedo
asegurar mi estado de ánimo, sigo neutro como siempre, para mí es un día normal
donde estoy solo en casa mientras la otra parte de mi familia se divierte en
los gajes de la dominicanidad y sus festividades, aunque para ser sincero,
estoy medio harto hasta de mi; sé el rumbo que tiene mi vida, el cual me gusta
bastante, pero que hay mas allá? Siempre que logro mis metas me siento medio
lleno y medio vacío, es una dicotomía demasiado fuerte, lo sé, pero soy yo
quien expresa aquí, no tu quien me lees y recuerda que no me importa si lo
haces.
Siempre seguiré
siendo un joven indecente, carente de muchas cosas de forma interna y con una
sonrisa bastante falsa en la cara, refugiado en cualquier cosa que me mantenga
la mente ocupada, aburrido soy demasiado necio.
Me
cuestiono demasiado a diario con respecto a todo, mi vida se basa en múltiples
preguntas y en eso se me va el tiempo: en tratar de responderlas; muchas veces
encuentro las respuestas y cuando no, el resultado me frustra demasiado,
obviamente no van a saben cuando esto pase, solo pasa cuando estoy solo y ahí es
justo donde radica mi problema…
Siempre he
podido tener lo que se me antoja, siempre he podido ser quien quiera ser,
siempre he querido aceptar mis problemas internos de confianza hacia los demás,
por eso siempre me siento solo, porque nunca dejare que nadie pase este escudo
(así lo llamo Prytania, mientras me decía que no sirvo), puedo servir para
muchas cosas menos para dejar mi costumbres mi eterna nada, quizá quien lea
esto se pregunte sobre lo que quiero dejar dicho, pero sepan que yo si lo sé y
les dejare saber que es: me siento solo.
No suelo
aceptarlo, solo cuando realmente me siento solo y lo acepto para mí mismo, no
para que otros sepan que me siento solo, no me gusta la idea de que sientan
lastima por mí, por eso mi idea perfecta de morir es la de un perro, que se va
de casa para morir donde le llegue la hora, no me gusta la idea de personas
llorando por mí, no merezco sus lagrimas aunque quieran dármelas, me entristece
el egoísmo el hecho que no me dieron esas lagrimas cuando saque una sonrisa de
sus adentros, por eso me siento solo, por hacer reír a todos y nadie se
esfuerce por hacerme reír a mí, no es que lo necesite, pero es como cuando te
encuentras dinero en un pantalón, nunca está de más tener algo extra, pienso
seguir llenando mi vida de desconexiones voluntarias, no me hace falta siempre
estar ahí, pero como recuerden la analogía del dinero unas líneas más arriba,
ahora mismo no sé lo que soy, solo sé que respiro y que este trago está muy
bueno, quiero llenar mi soledad con alcohol, por que no? Es válido, siempre es válido
el alcohol, quizá si tuviera un gato seria un poco más feliz y me sentiría menos
solo, pero creo que mi gato haría lo mismo que los gatos de Lissa Simpson y morirían
cuando les muestre cariño, quizá eso mismo pase conmigo cuando muestro cariño,
muero un poco o muero completo, realmente no sé.
Como ese
cactus en el medio del desierto que no necesita agua para sobrevivir pero de
cuando en vez no se queja cuando la lluvia moja sus espinas, que se alegra
cuando cae la noche porque podrá creer que podrá soñar con que todo a su
alrededor actualmente vacio se podrá llenar, aunque sea con personas que no
aprecien sus espinas, pero sabrá que hay alguien ahí, por lo menos una persona
se tomara la molestia de admirarle y aunque esto no pase, tendrá su soledad,
sus espinas y sus sueños, fuera de la realidad, pero siguen siendo sueños y
solo los diagnosticados saben que sueñan despiertos, podemos seguir imaginando
que soñamos cuando nadie nos ve, pero quien nos ve? Quizá Cotard, pero debe
estar muy ocupado en sus asuntos.
No les
desearé un feliz año nuevo, ni yo lo tengo y no puedo desear o dar lo que no
tengo, pero si les quiero aconsejar algo: aunque sea banal, sonrían, no saben a
quién le pueden también alegrar el día aunque sonrían con los dientes y el
cuerpo lleno de espinas, sean ese cactus cuando nadie los ve, sean quien
quieran ser cuando estén rodeados.
No sé qué
tiempo estaré con ustedes siendo quien siempre he sido, solo les pido que sepan
ser.
Y no, no
tengo ideas suicidas ni mucho menos, me falta demasiado por vivir, solo me
molesta el hecho de ser quien siempre se sacrifica y coge el disparo el pecho
por el equipo, realmente me estoy hartando de seguir con esta práctica y el día
en que realmente lo haga, nadie se arrepienta de mi decisión, porque siempre
que tomo una decisión aunque me duela y desgarre mis pies, es el camino que elegí.
Borrón 29/12/14
Anexo:
Sigo
haciendo lo mismo un año después de haber escrito esto, debería de comenzar el
cambio en este preciso momento, porque ya no me da miedo el cambio, pero aun
duele y el dolor no es mi fuerte aunque lo sepa controlar…
Quienes me “conocen”
saben de qué estoy hablando, engorden a su demonio así como está el mío.